Con pancartas improvisadas y la decisión de hacerse escuchar, moradores de las comunidades cercanas al vertedero municipal de Manzanillo bloquearon la entrada a los camiones recolectores del Ayuntamiento, exigiendo que el depósito de basura sea trasladado a otro lugar.
Los residentes aseguran que durante años han tenido que convivir con el humo, los malos olores y las plagas generadas por el basurero, lo que ha afectado la salud de niños, adultos mayores y familias enteras.
“Ya no aguantamos más, nuestros hijos se enferman cada día y nadie nos escucha”, expresó con indignación una de las madres que participó en la protesta.
El vertedero, ubicado a pocos metros de zonas habitadas, se ha convertido en un foco de contaminación que, según denuncian, ha deteriorado la calidad de vida y amenaza con provocar enfermedades respiratorias y de la piel.
Los comunitarios advirtieron que mantendrán su protesta hasta que las autoridades locales y medioambientales ofrezcan una solución definitiva al problema.
Hasta el momento, las autoridades municipales no han ofrecido declaraciones sobre las demandas de los manifestantes.